¿El refrigerante BAJA cuando el motor calienta? 😱❄️🔥 ¡Lo que nadie te dice del sistema de enfriamiento!
- Área Académica de Metalurgia

- 12 may
- 5 Min. de lectura
¿Alguna vez abriste el capó y sentiste que algo no cuadra? 🤯 Estás seguro de que el nivel del refrigerante debería subir cuando el motor calienta… pero en tu coche, ¡baja! 😵💫 ¿Estás volviéndote loco o hay algo que nadie te está contando? En este post te voy a mostrar lo que realmente pasa dentro del depósito, por qué tu refrigerante parece tener vida propia, y cómo evitar que este misterio se convierta en una avería costosa. 💸🛠️

AQUI UN VIDEO
🔧 ¿Cómo purgar correctamente el sistema de refrigeración del coche?
Uno de los problemas más comunes que causa fluctuaciones en el nivel del refrigerante —como el que se muestra es la presencia de aire atrapado en el sistema de enfriamiento. El aire en el sistema puede generar lecturas falsas en el depósito, circulación ineficiente del refrigerante y, en casos más graves, sobrecalentamiento del motor.
🛠 ¿Por qué hay que purgar el sistema?
El sistema de enfriamiento está diseñado para funcionar de forma completamente sellada, solo con líquido. Cuando entra aire, ya sea por una fuga, un mal llenado, o una reparación reciente, este aire forma burbujas o bolsas que impiden que el refrigerante fluya correctamente. Estas bolsas de aire también se expanden al calentarse, lo que puede desplazar el refrigerante hacia el depósito de expansión y causar síntomas engañosos como los que describes.
✅ Pasos para purgar el sistema correctamente:
Motor apagado y completamente frío:
Nunca se debe abrir el sistema con el motor caliente por el riesgo de quemaduras y presión acumulada. Espera siempre a que esté frío.
Drenaje completo del sistema (opcional pero recomendado):
Ubica el tapón de drenaje del radiador o retira la manguera inferior.
Recoge el líquido en un recipiente adecuado para desecharlo correctamente.
Si quieres hacerlo a fondo, también puedes usar agua destilada para enjuagar el sistema y luego vaciarlo por completo.
Llenado inicial del refrigerante nuevo:
Llena el radiador (o el depósito si el diseño no permite acceso directo al radiador) lentamente con refrigerante adecuado para tu motor.
Algunos vehículos tienen tornillos de purga en el circuito (usualmente en el termostato o cerca del radiador). Si tu coche los tiene, ábrelos hasta que salga líquido sin burbujas.
Encender el motor con la tapa del radiador abierta:
Deja el motor en marcha al ralentí.
A medida que se calienta, observarás burbujas saliendo del radiador. Esto indica que el aire está siendo expulsado.
Es normal que el nivel de refrigerante baje un poco durante este proceso; rellena conforme sea necesario.
Esperar a que se abra el termostato:
Una vez que el motor alcance su temperatura normal (entre 85 °C y 105 °C según el modelo), el termostato se abrirá y el refrigerante comenzará a circular por todo el sistema.
Sabrás que esto ha ocurrido cuando el ventilador del radiador (abanico) se encienda y notes una bajada repentina del nivel en el radiador. En ese momento puedes rellenar si hace falta.
Cerrar el sistema:
Una vez que ya no salgan más burbujas y el nivel esté estable, coloca la tapa del radiador o depósito de expansión con firmeza.
Deja que el motor funcione unos minutos más y luego apágalo.
Revisión posterior:
Después de que el motor se enfríe completamente, revisa el nivel del refrigerante en frío y ajusta si es necesario.
Es recomendable revisar nuevamente después de los primeros 50 a 100 km tras el purgado.
Este procedimiento permite que el sistema quede libre de aire y que el nivel de refrigerante sea el correcto tanto en frío como en caliente, evitando fluctuaciones erróneas o pérdidas aparentes como las que describías.
AQUI TE EXPLICO LAS FASES PASO A PASO
🔥 Fase 1: Comportamiento esperado en un sistema de refrigeración sellado
En condiciones normales, cuando el motor entra en régimen de temperatura operativa (aprox. 90–105 °C), el refrigerante:
Se expande térmicamente → debido al aumento de energía cinética de las moléculas, lo que incrementa su volumen específico.
Genera presión en el sistema → normalmente de 1.0 a 1.5 bar, regulada por la válvula del tapón del vaso de expansión o radiador.
Desplaza líquido hacia el depósito de expansión → incrementando su nivel visible (en sistemas no presurizados) o manteniéndolo estable (en sistemas presurizados sin fugas).
🧯 Fase 2: Anomalía — nivel baja con motor caliente
Cuando el nivel en el depósito baja al calentar, como en tu caso, se pueden identificar varias causas técnicas posibles:
1. Colapso de flujo por presión diferencial
En algunos vehículos, el diseño del sistema puede generar una diferencia de presión entre el bloque del motor y el vaso de expansión. Si el flujo de retorno del refrigerante está parcialmente obstruido (por sedimentos, termostato lento o manguera colapsada), el refrigerante no regresa al vaso, lo que provoca una aparente caída del nivel.
2. Presencia de burbujas o cavitación
Si hay ingreso de aire o gases (ya sea por una junta de culata comprometida o microfisuras en la culata/bloque), se generan burbujas en el sistema que alteran la presión y volumen del refrigerante. Este aire desplaza líquido del depósito hacia el sistema, provocando una bajada visible.
3. Tapón de vaso defectuoso
El tapón tiene una válvula de sobrepresión que debe abrir entre 1.0 y 1.5 bar. Si esta válvula está atascada o abierta prematuramente, el sistema no se presuriza adecuadamente, permitiendo que el refrigerante regrese parcialmente al motor o se evapore.
💨 Fase 3: Nivel sube al liberar presión
Cuando abres el tapón lentamente:
El sistema pierde presión interna, permitiendo que cualquier gas acumulado en puntos altos (como en el radiador o cabeza de motor) escape.
La disminución de presión provoca un cambio en el equilibrio hidráulico del sistema: el líquido que estaba circulando por los puntos calientes (bomba, culata, núcleo calefactor) ahora se redistribuye naturalmente, subiendo el nivel visible en el vaso.
📉 Consumo continuo de refrigerante: diagnóstico diferencial
Tu observación de pérdida cada 200 km indica una fuga. Técnicamente, pueden clasificarse en:
Tipo de fuga | Mecanismo | Diagnóstico recomendado |
🔍 Fuga externa visible | Pérdida por juntas, mangueras, radiador, bomba | Revisión visual en frío y caliente |
🔥 Fuga interna (culata) | Entrada de refrigerante a cámara de combustión o carter | Prueba de CO₂ en el vaso / aceite lechoso |
🌀 Evaporación por sobrepresión | Tapón defectuoso o presión anormal en el sistema | Medición de presión de apertura del tapón |
💨 Microfugas calientes | Pérdidas solo bajo presión y alta temperatura | Prueba de presión con el sistema caliente |
🔧 Recomendaciones
Prueba de presión en frío: Con bomba manual, presuriza el sistema a 1.2 bar. Observa si el nivel cae.
Prueba química de gases (CO₂): Detecta si hay presencia de gases de escape en el refrigerante, lo que confirmaría fuga interna.
Inspección del tapón: Cambiarlo si está por debajo de la presión nominal o muestra corrosión.
Revisión de flujo en caliente: Verifica que haya retorno activo al vaso desde la manguera de purga (indica que la bomba y termostato están operativos).
No sobrellenar: El exceso se expulsa en caliente y confunde el diagnóstico. Mantén el nivel justo por encima del mínimo con el motor frío.
🧠 Conclusión
El fenómeno observado es resultado de un desequilibrio entre la presión térmica interna, volumen de refrigerante y posibles fallas de contención. Aunque no siempre indica un daño grave, la pérdida progresiva sí lo es. Diagnosticar con instrumentos es esencial para evitar fallas mayores como sobrecalentamiento, cavitación en la bomba, o rotura de culata.










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